Ambos materiales brillan. Ambos transmiten elegancia, sofisticación y belleza atemporal. Pero si estás pensando en elegir una joya especial —ya sea un anillo, unos pendientes o un colgante— probablemente te hayas hecho esta pregunta: ¿oro blanco o platino?
En Pepe Alba trabajamos con materiales nobles desde una perspectiva artística y consciente. Por eso, más que decirte cuál es “mejor”, queremos ayudarte a descubrir cuál encaja contigo.
Color: entre el blanco cálido y el gris profundo
El oro blanco tiene un tono suave, con un punto cálido que lo hace muy combinable. Se consigue a partir del oro amarillo mezclado con otros metales como el paladio o la plata, y suele recibir un baño de rodio para aportarle ese brillo frío tan característico.
El platino, en cambio, tiene un color blanco natural, ligeramente más grisáceo. Su brillo no depende de tratamientos superficiales, sino de su propia esencia: es puro, sobrio, elegante y sereno.

Durabilidad: una joya que te acompañe siempre
Si buscas una pieza para toda la vida, ambos materiales son grandes aliados. Pero el platino, por su densidad y dureza, resiste mejor los golpes y arañazos del día a día. Además, no pierde volumen con el tiempo: se marca, pero no se desgasta.
El oro blanco también es duradero, pero requiere más mantenimiento. Con los años puede perder el baño de rodio y necesitar renovarse para mantener ese acabado brillante original.
Sensaciones: peso, textura y presencia
El platino es un metal más denso que el oro. Y eso se nota. Cuando llevas una joya de platino, sientes su peso, su fuerza. Es una elección que transmite presencia y carácter.
El oro blanco, más ligero, es ideal si buscas piezas más sutiles, delicadas o que apenas notes que llevas puestas. Ambos materiales se adaptan perfectamente a distintos estilos de diseño, pero la sensación al llevarlos es distinta.
Precio: exclusividad frente a accesibilidad
El platino es más raro en la naturaleza, más puro y más complejo de trabajar. Por eso su precio suele ser superior. Es una elección que va ligada a la exclusividad y a la durabilidad sin compromisos.
El oro blanco, aunque también pertenece al mundo del lujo, resulta más accesible y permite una mayor variedad de diseños sin renunciar a la calidad.
¿Cuál es tu estilo?
Si te atraen los diseños ligeros, con brillo intenso y líneas suaves, probablemente el oro blanco sea para ti. Descubre nuestras colecciones de joyas y encuentra la pieza ideal.
Si prefieres piezas sólidas, con un aire sobrio, elegante y con carácter, el platino podría ser tu elección. Echa un vistazo a nuestras marcas y descubre propuestas con identidad propia.
Ambos materiales pueden transformar una joya en algo único. Lo importante es que la pieza conecte contigo. Y si buscas oportunidades para hacerte con una joya especial, visita nuestra sección de ofertas exclusivas.

Más que metales, emociones
En Pepe Alba no solo trabajamos metales nobles. Trabajamos historias. Y tanto el oro blanco como el platino pueden ser el lienzo perfecto para contar la tuya. La clave está en elegir no solo con la cabeza… sino también con el corazón.
Inspírate en nuestro blog de joyería para seguir descubriendo el universo de las joyas con sentido.