El acero ha dejado de ser un material “alternativo” para convertirse en un auténtico protagonista en el diseño de joyas. Su resistencia, su brillo natural y su estética contemporánea lo han colocado como una opción muy valorada, tanto por quienes buscan funcionalidad como por quienes aprecian la belleza minimalista.

Pero incluso los materiales más duros necesitan atención. Hoy te contamos cómo cuidar tus joyas de acero para que conserven su luz, su textura y su diseño durante años.

¿Por qué elegir acero en joyería?

Las joyas de acero inoxidable destacan por su:

• Alta resistencia al desgaste y al óxido.
  
• Mantenimiento mínimo.
  
• Estética moderna y atemporal.
  
• Relación calidad-precio excepcional.
  

En Pepe Alba, el acero forma parte de algunas colecciones de joyas que combinan metales nobles con materiales como el metacrilato o la resina. Por eso, mantenerlo en buen estado es esencial para que cada pieza conserve su presencia original.

1. Límpialas con suavidad (pero con frecuencia)

Aunque no se oxida como la plata, el acero puede perder brillo si se acumula suciedad o grasa de la piel. Para limpiarlo:

• Usa un paño suave de microfibra ligeramente humedecido.
  
• Si es necesario, añade una gota de jabón neutro y frota suavemente.
  
• Sécalo bien con otro paño seco para evitar marcas.
  
• Evita productos abrasivos, cepillos duros o limpiadores químicos no específicos.
  

2. Guárdalas de forma individual

Aunque el acero es duro, puede rayarse si se guarda en contacto con otras joyas metálicas. Lo ideal es:

• Guardarlas en una bolsita de tela suave o una caja con compartimentos.
  
• Evitar el contacto directo con piezas de plata, oro o piedras duras.
  

Esto también ayuda a mantener el brillo y evita el desgaste por fricción.

3. Evita el contacto con productos agresivos

Perfumes, lacas, cremas solares, productos de limpieza… todos pueden dejar residuos o reaccionar con la superficie del acero, sobre todo si hay partes combinadas con otros materiales como resina o metacrilato.

Consejo: ponte siempre las joyas como último paso de tu rutina, y quítatelas antes de limpiar, nadar o aplicar productos cosméticos.

4. Ojo con el agua salada o clorada

Aunque el acero inoxidable es muy resistente, el contacto frecuente con el agua del mar o de la piscina puede acelerar su deterioro si no se limpia después. Lo ideal es:

• Quitarte las joyas antes de bañarte.
  
• Si no lo haces, enjuágalas con agua dulce y sécalas bien al llegar a casa.
  

5. Si tiene más materiales, adáptate

Muchas joyas de Pepe Alba combinan acero con metacrilato, plata, nácar u otros materiales más delicados. En esos casos, la limpieza debe ser aún más cuidadosa:

• Evita empapar la pieza.
  
• Pásales un paño seco o ligeramente humedecido.
  
• No uses ultrasonidos ni líquidos limpiadores universales.
  

Consulta nuestras marcas de joyería para conocer qué materiales incluye cada diseño.

El acero, como cualquier material con alma, responde al cuidado con más belleza. Una joya bien cuidada no solo brilla: habla de ti, de tu atención al detalle y del valor que das a lo que eliges llevar. Si estás buscando piezas especiales que duren, visita nuestras oportunidades o inspírate en nuestro blog de joyería.